El coaching sistémico posibilita llevar las enseñanzas y los beneficios del coaching tradicional a un siguiente nivel. Pero para tener claro…
El coaching sistémico permite optimizar el funcionamiento de una empresa. Este es un objetivo que nunca deberíamos olvidar, ya que es una de las claves del crecimiento.
Apuesta por enfocarse en los diferentes componentes de la organización, los cuales conforman el sistema de la compañía. Dominar este enfoque nos será de gran ayuda.
Los beneficios del coaching sistémico durante el desarrollo profesional
Los beneficios de este enfoque permiten un mejor desarrollo, ya que consigue que las personas se den cuenta de su verdadera vocación, algo fundamental para el éxito profesional. Es importante que este descubrimiento se haga lo antes posible. Así, el trabajador podrá desarrollar su máximo potencial en menos tiempo. Además, los obstáculos que encuentre se verán reducidos.
Junto a esto, potencia las habilidades y puntos fuertes de cualquier trabajador/a. Reconocer en qué nos desenvolvemos mejor nos ayuda a alcanzar nuevas metas. También contribuir a que descubramos hasta dónde podemos llegar, cuál es el espacio para la mejora y lo que debemos dejar atrás para crecer. De esto dependerá la calidad de nuestro trabajo tanto ahora como en el futuro.
¿Cómo se trabaja en el coaching sistémico?
Este coaching se desarrolla en torno a cuatro pilares esenciales. El primero destaca que las personas no son elementos aislados. El ser humano puede actuar tanto en grupo como de forma individual. Sin embargo, por muy autónomo que sea el individuo, siempre necesita de otros para todo tipo de actividades. Así, formará parte de alguno de los sistemas humanos, aportando sus capacidades y habilidades.
El segundo se centra en que cualquier cambio de un elemento del sistema influye en el todo. Cada miembro está conectado con el resto, aunque estén alejados. Si en una empresa se está desarrollando un gran proyecto que incluya a varias áreas, un fallo de coordinación causará problemas graves, algo a evitar.
Por su lado, el tercero incide en que las personas pierden protagonismo en un sistema, por lo que las soluciones aplicadas tienen que afectar no solo al individuo, sino a quienes trabajen con él. El último pilar pone de relevancia que existe una red de sistemas, por lo que hay que analizar cómo afectan a la empresa.
Situaciones para aplicarlo
Puede aplicarse a la hora de capacitar a una persona para que sea un líder sistémico. El papel de este profesional consistirá en guiar a sus subordinados para conseguir los objetivos de la empresa. También ayuda a desarrollar las capacidades de las personas y que encuentren su verdadera vocación, algo que llega a ser muy costoso.
Además, consigue potenciar la realización profesional, a través de incluir a los empleados dentro de los sistemas de la empresa. De esta forma, podrán alcanzar mejores cotas de rendimiento y ayudar al crecimiento de toda la organización.
En definitiva, el coaching sistémico contribuye al desarrollo de las organizaciones entendidas como un sistema. Al aplicarlo, acercamos a los empleados hacia el éxito profesional, el cual se extenderá hacia todas las áreas que componen la compañía, algo que todos notarán. Animo a todos los lectores a conocer mis servicios y contactar conmigo para solicitar más información.