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Son lo mismo simpatía y empatía

En el momento de desarrollar nuestra personalidad y enfocar nuestro camino vital hacia el crecimiento personal, es importante tener claros varios conceptos. Dos de ellos, quizá fundamentales para nuestro avance, son la simpatía y la empatía. Aunque en un primer momento puedan parecer términos análogos, hay una clara diferencia entre ellos. Vamos a intentar dilucidar en qué divergen y qué significa exactamente cada uno de ellos y qué pueden hacer por nuestras habilidades personales.

Qué es la simpatía

La simpatía puede ser explicada en dos vertientes cercanas y diferenciadas, pero con matices. Ciñéndonos a las diferentes acepciones del diccionario, la podemos definir como la tendencia o preferencia hacia determinadas aficiones o personas. Es una definición general, pero existe otra relacionada con nuestras características personales.

La simpatía es una habilidad social y personal que nos convierte en personas más atractivas hacia los demás. Es una característica que, si bien es innata en algunas personas determinadas, se puede potenciar. Con un adecuado entrenamiento podemos lograr resultar más simpáticos al resto de la sociedad.

Esto, indudablemente, nos reportaría infinidad de beneficios, tanto en el ámbito social y profesional, como en el personal. Un coaching personal experimentado puede ayudarnos en el proceso de convertirnos en individuos más simpáticos.

En qué consiste la empatía

Esta cualidad es fundamental para una correcta interrelación social. Una sociedad formada por individuos empáticos será una sociedad orientada al progreso.

La empatía es esa capacidad o habilidad social de ponerse en el lugar del otro. Esta actitud empática es la que nos permite reconocernos en el sufrimiento o mal momento de nuestros semejantes. Empatizar es saber, o al menos entender en profundidad, el trance por el que está pasando otra persona o grupo de ellas.

Es claramente un atributo humano, que está presente en mayor o menor medida en nuestro componente biológico y cultural. No obstante, dada su relevancia e impacto en las habilidades personales, también es posible elevar y potenciar su presencia en nuestra actitud y modo de ver la vida. Es una cualidad muy apreciada en cualquier entorno. Ser empático garantiza mayores oportunidades, tanto para nosotros como para los demás.

El psicólogo Paul Ekman estableció tres tipos o niveles de empatía. Es importante conocerlos y potenciarlos. Estos son:

  • Empatía cognitiva: se trata de ponerse en lugar del otro ante cualquier situación de este.
  • Empatía emocional: es la capacidad de sentir las emociones de los demás.
  • Empatía compasiva: es la absoluta compresión de los sentimientos ajenos.

Simpatía y empatía, ¿por qué debemos potenciarlas?

Hemos conocido la definición de ambas habilidades emocionales. Con ello, hemos comprobado que sentir simpatía y a la vez despertar simpatía es fundamental para un correcto desarrollo de la vida afectiva y social. Ello repercutirá en una mejora sustancial de nuestro desempeño profesional y social.

Por otro lado, la empatía es la capacidad de sentir las emociones, modos de actuar y enfrentar las situaciones de los demás como si fueran nuestras. Este rasgo es de vital importancia para un completo crecimiento como persona.

Podemos desarrollar y entrenar la simpatía y empatía con profesionales del coaching personal cualificados. Invito a los interesados a contactar conmigo o seguir leyendo en este blog.

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