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A veces todos tenemos la sensación de que nuestro trabajo afecta demasiado sobre el ánimo, pero es algo normal. Lo cierto es que nuestra percepción puede ser muy voluble.

Por ejemplo, algunos días nos sale todo perfecto, pero en otros no conseguimos hacer nada. Todo esto se debe a la autoestima laboral.

¿Qué es la autoestima laboral?

Básicamente, es la percepción que tenemos de qué papel jugamos en el trabajo. Aquí se engloban nuestras funciones, la percepción que tenemos de cómo las realizamos y la creencia sobre lo que debemos hacer y lo que no. Por ejemplo, si solo estamos haciendo la mitad de las tareas que nos corresponden, es más que probable que tengamos una autoestima baja. En cambio, si cumplimos con todo será alta.

¿Por qué pueden ser graves los problemas de autoestima?

En el trabajo, como en la vida fuera de este, sucede siempre lo mismo. La autoestima es un cuantificador bastante fiable del bienestar emocional de la persona. Así, un trabajador que cumpla con todas sus funciones y que se vea capaz de manejarlas, se sentirá a gusto en su puesto de trabajo. Cosa que no le pasará a quien se vea totalmente sobrepasado por la situación.

La importancia, por lo tanto, responde a motivos emocionales, pero puede influir también en la productividad. Obviamente, aquellos trabajadores que se sientan en un mejor ambiente de trabajo van a realizar con más precisión y fiabilidad sus funciones.

¿Cómo se puede reforzar la autoestima laboral?

Una vez que entendemos lo importante que puede ser esta en el trabajo, llega el momento de pensar en cómo incentivarla y protegerla. Estos son algunos de los consejos más interesantes:

  • Tenemos que valorar nuestras acciones. Tanto si somos capaces de encargarnos de todo como si no lo somos. A veces en los trabajos se falla, y hay que entender que es algo normal que puede sucederle a cualquiera. Y, sobre todo, no culparnos por ello.

  • Una buena relación con los compañeros. En general, en todos los ambientes laborales los resultados no dependen exclusivamente de un empleado. Es un trabajo colaborativo. Y lo que hay que fomentar para que la carga sea más llevadera es un ambiente amigable entre todos los miembros de la empresa.

  • Crear un entorno del que estar orgullosos. Los jefes tienen una misión: un empleado quiere rendir más cuando siente que pertenece a algo. Esto quiere decir, cuando experimenta cierto sentimiento de orgullo o pertenencia para con la empresa en la que está.

  • Fomentar la mejora de aptitudes. Sin entrar en culpas ni reproches, es interesante animar a que el personal vaya limando las principales debilidades que puedan experimentar en sus trabajos. Así, cumplirán mejor con sus funciones. Es importante tener en cuenta también las famosas soft skills y saber cuáles son las más destacables para tu trabajo y cómo potenciarlas. 

Para conseguir poner en práctica todos estos aspectos, puede ser muy interesante contar con servicios de un coach profesional. Si has identificado que vives una situación de baja autoestima laboral y quieres cambiar la situación, ya tienes todos mis respetos. Ahora te animo a dar el segundo paso. ¿Hablamos?

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