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mitomanía adolescente

La mitomanía adolescente es un tipo de trastorno de la personalidad propio de las primeras etapas vitales. Aunque la mitomanía puede afectar también a los adultos, resulta común que se origine o se afiance en la infancia y adolescencia.

Este desequilibrio también puede ser identificado como síndrome de Munchausen o pseudología fantástica. Presentamos las características principales de las personas mitómanas.

¿Qué es y por qué se produce la mitomanía adolescente?

En primer lugar, hemos de señalar que los adolescentes mitómanos se comportan como mentirosos compulsivos. Nos referimos a que la mentira se convierte en su seña de identidad a la hora de desenvolverse en sociedad. La mitomanía de los adolescentes no tiene nada que ver con la utilización eventual de mentiras blancas. Se trata de un uso de la mentira amoral y sistemático para conseguir una serie de objetivos tanto estratégicos como emocionales.

Los niños y los adolescentes son perfiles que pueden resultar propensos a estas mentiras constantes. Por una parte, hay que tener en cuenta que se encuentran en un periodo vital en el que todavía no han interiorizado a la perfección las implicaciones de mentir. A estas edades, es normal que aún estén descubriendo los límites de sus acciones y responsabilidades.

Por otra parte, su imaginación suele desviarse hacia el terreno de lo fantástico. Pero lo que más directamente puede incidir en el desarrollo de la mentira patológica es un entorno complejo, en el que tengan que mentir para evitar castigos o lograr beneficios. Es una clase de trauma relacionada con una habilidad especial para escabullirse o salirse con la suya mediante la manipulación.

Asimismo, esta problemática se suele dar especialmente en perfiles afectados por carencias de autoestima. Mentir, por lo tanto, puede contribuir a reducir la ansiedad que les genera la inconformidad con su autopercepción o situación vital.

Finalmente, es preciso recalcar que este empleo recurrente de la mentira, como sucede con las adicciones, va propiciando una tolerancia cada vez más grande. A medida que el adolescente consigue engañar mediante métodos de verosimilitud perfeccionados, va sintiendo una necesidad mayor de crear tramas más relevantes e intrincadas.

¿Cómo actuar en estos casos?

Lo primero que va a hacer un profesional es diagnosticar correctamente esta mitomanía, dado que sus síntomas pueden confundirse con los naturales en otros cuadros, como las psicosis o los trastornos de la personalidad límite.

Un especialista, como el coach sistémico Carles Roger, puede ayudar a superar esta patología mediante su terapia cognitivo-conductual. El primer estadio pasa por reconocer que se tiene un problema. En este sentido, el coach aporta claves para que el mentiroso compulsivo aprenda a reconfigurar su mundo bajo parámetros realistas.

Durante este proceso, no solo es necesario el compromiso del paciente, sino también el de su entorno. Los familiares y amigos tienen que cooperar y, en lugar de reprender los comportamientos mitómanos en público, contribuir a corregirlos mediante empáticos comentarios privados.

En definitiva, la mitomanía adolescente es un trastorno psicológico que requiere comprensión para reconfigurar una cosmovisión que no se fundamente en la mentira. En consecuencia, precisa una recomposición progresiva y amable del modus operandi del paciente hacia el realismo. Si necesitas más información, ¡contacta conmigo!

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