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El coaching vocacional nos ayuda a tomar mejores decisiones. Elegir es difícil, ya que exige que perdamos o sacrifiquemos algo por un futuro repleto de incertidumbre. Esto se manifiesta en toda su intensidad en el trabajo. En función del camino que sigamos, la vida que tendremos variará en gran medida.

¿Para qué sirve el coaching vocacional?

Se trata de un tipo de asesoramiento que orienta para encontrar tu vocación. Cada uno tenemos unos talentos, habilidades y gustos que hay que descubrir. Al conocerlos, es más sencillo tomar una decisión acertada sobre el futuro laboral. Por regla general, el coach es una persona experimentada que nos dota de las herramientas que necesitamos.

Su función se fundamenta en ofrecer tácticas y formas de resolución orientadas a alcanzar objetivos en la vida. Por ejemplo, nos enseña cómo elaborar un buen currículo o nos guía para conseguir el primer empleo. Para esto, el coach debe prestar atención a la problemática que se le presenta y mostrar empatía. De esta forma, fomentará el desarrollo de la confianza en uno mismo o el descubrimiento de nuevas habilidades.

A la hora de aplicar sus conocimientos, el coach efectúa talleres y un acompañamiento dedicado. La persona no se encuentra sola, sino que recibe el apoyo del profesional hasta lograr sus metas. Así, su motivación no flaquea, y lo mismo ocurre con la confianza en sus propias capacidades.

¿Quién necesita un coach para decidir su vocación?

Por regla general, los jóvenes son los que más necesitan un coaching sistémico. Acaban de terminar sus estudios y no saben qué dirección darle a su vida. Pueden seguir estudiando o buscar su primer empleo, lo que les lleva a pedir consejo y guía. Este es un momento crucial que exige que reflexionemos a fondo y que seamos valientes.

Además, los desempleados o aquellos que no están contentos con su trabajo también consultan a un coach vocacional. Al fin y al cabo, son personas que necesitan, de una forma u otra, una orientación para enderezar, cambiar de rumbo o continuar con su camino.

Incluso los jubilados llegan a acudir a estos profesionales. Su vida laboral ha terminado, pero aún queda mucho por experimentar. Es el tiempo de viajar, disfrutar de la familia o de desarrollar nuevas habilidades. Existen pasiones que, por una razón u otra, no han tenido su momento, el cual llega cuando se pone fin al trabajo. En cualquier caso, para iluminar el camino que pueden seguir, un coach es una figura que resulta de gran utilidad a estas personas.

En definitiva, el coaching vocacional es de ayuda para encontrar tu vocación. Dispone de los conocimientos y habilidades necesarias como para resultar útil y crucial ante decisiones importantes. Además, su experiencia vital puede servirnos de inspiración para generar un cambio de rumbo en nuestras vidas. Gracias a su labor, encontraremos el camino que tanto queremos recorrer, no importa que seamos un joven a las puertas de su primer trabajo o un jubilado. Solo hay que poner en las mejores manos. ¡Para ello ofrezco mis servicios!

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