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gestionar la incertidumbre

Gestionar la incertidumbre es básico para desenvolverse, actuar y decidir en tiempos de incertidumbre y falta de certezas. Vivimos una realidad cambiante, donde predominan la inmediatez y la mezcla de información, opinión e infoxicación. 

En este artículo voy a definir las líneas maestras para saber afrontar esta realidad y manejarnos mejor en ella. Espero que esta lectura te permita estar más preparado/a para empezar a mejorar esta habilidad personal.

¿Qué es la incertidumbre y cómo nos afecta?

La incertidumbre es lo que sentimos los seres humanos cuando carecemos de información sobre una situación presente o futura. En general, produce inseguridad, desconfianza y temor a fallar. 

El miedo a la incertidumbre se concreta en parálisis, vacilaciones y bloqueos, incluso en desaciertos decisorios. Ciertamente, cómo decidir cuándo dudamos resulta más complejo que cuando todo está claro.

Sin embargo, la sensación de catástrofe disminuye cuando asumimos que las personas:

  • No somos omniscientes.
  • Podemos salir beneficiadas con lo desconocido.
  • No necesitamos planificarlo todo y al milímetro siempre.

Asumir y poner en práctica estos principios y actitudes no resulta sencillo, sobre todo, para determinadas personalidades. Por ello, necesitamos optimizar nuestro comportamiento y aprender a asimilar lo incierto.

5 trucos para gestionar la incertidumbre con acierto

Una acertada y eficaz gestión de la incertidumbre marca la diferencia entre la serenidad y la angustia. Es decir, ayuda a tomar mejores decisiones y a desenvolverse con solvencia. Algunas personas, incluso, presentan una evidente intolerancia hacia los inciertos, que las empequeñece o paraliza. 

¿Cómo compensar esta tendencia y empezar a controlar la ausencia de evidencias y certezas? Estas son las cinco claves que propongo aplicar lo antes posible desde mi conocimiento y práctica del coaching sistémico.

1. Dominar y reenfocar las emociones 

Las emociones negativas nos despistan y consumen, sobre todo cuando algo nos produce miedo, rabia, frustración o ira. La energía que nos restan nos hace más falibles, por lo que es fundamental recomponer cuanto antes ese estado afectivo y enfocarnos hacia fines positivos. En concreto, hemos de equilibrarnos, ganar paciencia, tomar distancia y proponernos metas alcanzables.

2. Modificar el punto de vista 

Para la sabiduría china, ver las cosas viejas con ojos nuevos es la mejor definición de creatividad. Precisamente, conviene cambiar la mirada y ganar distancia cognitiva para afrontar la incertidumbre. Además, tomar una postura neutral y desdramatizar es decisivo. En este sentido, resulta esencial cambiar de prisma, incluso analizar esa realidad incierta desde otras ópticas y con enfoques renovados.

3. Aumentar la flexibilidad personal 

El primer paso es comprender y aceptar que no es posible controlarlo todo. La realidad humana tiene siempre una causalidad múltiple. Por lo tanto, es cierto que muchos factores influyen; pero también que cuando creemos conocerlos, desconocemos muchos de ellos.

En consecuencia, y dado que no podemos saberlo todo, nuestros planes deben ser flexibles y ser moldeables antes posibles cambios.

4. Apoyarse en los demás 

Hay una doble faceta en esta recomendación:

  1. Aprender de los mejores. O sea, inspirarse en las decisiones adoptadas por los grandes referentes en épocas convulsas similares.
  2. Trabajar en equipo. Buscar el asesoramiento y aprovechar el conocimiento experto de buenos colaboradores.

5. Ir paso a paso

El truco clave radica en comenzar por lo sencillo, lo pequeño, lo accesible. Es importante empezar a asumir pequeños riesgos —no mayúsculos—, para incrementar poco a poco la tolerancia al miedo a lo incierto. En todo caso, conviene basarse siempre en lo que depende de uno mismo. Y echar el resto ahí.

En realidad, la teoría es más sencilla que la práctica. Emprender y consolidar el proceso correcto para gestionar la incertidumbre, transita inevitablemente por actuar enfocados en definir y apostar para el propio crecimiento personal. Proceso en el cual el coaching sistémico puede ser de gran ayuda. ¡Contacta ahora conmigo y te ayudaré a iniciar el camino apropiado! Estaré encantado de acompañarte en tu crecimiento personal.

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