El coaching sistémico en equipos remotos está adquiriendo una relevancia cada vez mayor en el…

La cohesión de equipos exige dedicación, tiempo y acciones meditadas. El coaching sistémico permite identificar, dentro de los equipos y las organizaciones, aquellas dinámicas inconscientes que limitan el potencial humano, permitiendo actuar pare revertirlas
En este post te introduzco en un apasionante recorrido por los modos en que podemos intervenir en esos patrones invisibles para generar cambios sostenibles, mejorar las relaciones internas y potenciar la eficacia colectiva.
Permíteme acompañarte, me llamo Carles Roger y soy coach sistémico. ¡Entramos en materia!
Coaching sistémico, ¿qué son los patrones invisibles en los sistemas humanos y cómo se manifiestan?
Vamos a empezar por el principio. La cohesión de un equipo se define como el grado de unión, compromiso y sentido de propósito que comparten sus miembros. Cuando un grupo humano está cohesionado, sus integrantes se relacionan mejor, resuelven los conflictos en modo gano-ganas y son más eficaces al alcanzar sus metas comunes.
Ahora bien, existen dinámicas inconscientes que torpedean esa cohesión tan deseable. Son, fundamentalmente, patrones de relaciones, creencias compartidas o roles repetitivos que subyacen en la relación y las actuaciones cotidianas apreciables.
Afortunadamente, el coaching sistémico es capaz de reconocerlas, ayudando a comprender de qué modo esas interacciones y estructuras invisibles están perjudicando a la colaboración, la motivación y los resultados.
Y lo hace a través de la observación de patrones de comunicación, silencios, repeticiones y resistencias. No se trata de encontrar culpables, sino de ayudar al grupo a concienciarse de esa realidad.
Estrategias de intervención sistémica para transformar esos patrones con eficiencia
Al hablar de estos patrones ocultos, inconscientes pero muy determinantes en el devenir colectivo, nos referimos, por ejemplo, a:
- Roles fijos. Del tipo, ese es “el salvador”, “el conciliador”, “el hormiguita”, etc.
- Creencias compartidas. Las sentencias tipo ‘aquí siempre se hace así’ o ‘es mejor no hablar de este tema’ son verdaderos frenos individuales y colectivos.
- Lealtades invisibles. Existen fidelidades mantenidas a modos anteriores de actuar, así como líderes previos cuya influencia perdura y valores familiares influyentes.
Cuando trabajo estas situaciones, me fijo en la repetición de conflictos idénticos, errores, fallos de comunicación o desproporciones emocionales. La sensación de bloqueo grupal y las mermas de motivación son otros indicios significativos.
Para combatir y frenar esta realidad, conviene aplicar preguntas circulares, constelaciones organizacionales e intervenciones relacionales. ¿Te gustaría probarlas en tu grupo de trabajo? Contáctame estaré encantado de hablar contigo y conocer tu situación.